Seguro que ya habéis mirado el calendario más de una vez para saber cuánto tiempo queda para que los niños acaben las clases escolares. Y la reacción siguiente es preguntarse, ¿qué hacemos con los niños para poder conciliar?

Las escuelas de verano, campus o campamentos urbanos, son una de las soluciones recurrentes de muchos padres para poder trabajar, mientras sus hijos se encuentran en vacaciones escolares. 

Evitar el aparcaniños vigilado

Si nos encontramos ante estas escuelas o campus como única solución para dejar a nuestros hijos mientras vamos a trabajar, elijamos bien al menos. 

No se trata de aparcar al niño en cualquier lugar vigilado. Debemos ser conscientes de que estos espacios son el hábitat natural para la educación no formal, que tienen muchísimo potencial para trabajar todo aquello que en la escuela formal suele quedar a un lado:

  • Es más que adquirir conocimientos, lo que aporta son experiencias.
  • Se trata de una metodología activa, dinámica, participativa y aplica valores de forma transversal.

5 claves para elegir una escuela de verano

  1. Espacio: debemos evitar que sea en el mismo lugar que la escuela ordinaria. De hecho, deberíamos elegir otro espacio (polideportivo, centro cívico, granjas, etc.), pero si esa opción no es viable por transporte, presupuesto o cualquier otro motivo, mejor elegir un colegio que no sea el habitual.
  2. Horarios: hay escuelas que mantienen la misma rigidez en los horarios que en las escuelas, olvidando que se trata de un servicio de conciliación y que los máximos perjudicados son los niños. Elegid servicios que se adapten a vuestros horarios, si tenéis la posibilidad de llevarlos a las 10 de la mañana, ¿por qué no hacerlo? ¿por qué no dejar que puedan disfrutar de una hora más de sueño?
  3. Programaciones: es muy importante solicitar a los responsables de la ejecución la programación didáctica. Que conozcáis qué se va a trabajar y cómo, en qué valores está inspirada la programación y de qué manera se van a llevar a cabo. 
  4. Actividades: Las programaciones más completas deberán incluir competencias transversales como expresión artística, musical, plástica, audiovisual, etc. Y por supuesto, ¡huid del refuerzo escolar! Los niños no lo necesitan, el ritmo de su aprendizaje no se va a ver alterado por la interrupción de las vacaciones. No os preocupéis, en un taller de cortometraje también van a leer, van a memorizar, van a comprender textos… El conocimiento y las destrezas las adquirimos por muchas vías, no solo en la escuela.
  5. Servicios: es importante también conocer todos los servicios disponibles, saber si van a poder ir a la piscina, si disponen de espacios para realizar deporte, si hay comedor, etc. Os recomendamos elegir aquellas escuelas que tengan espacios abiertos e instalaciones deportivas y acuáticas, ¡no olvidéis que es verano!
  6. Personal: es fundamental la profesionalidad del personal directo de atención con los menores. Informaos sobre su formación académica y experiencia y sobre la ratio de grupos. Siempre es deseable que se cuente con equipos interdisciplinares para que la atención sea lo más completa.

Realizar seguimiento de la experiencia: preguntas concretas

Preguntad a vuestros hijos cada día, informaros sobre su jornada. No uséis preguntas abiertas del tipo: ¿qué tal el día?, ¿lo has pasado bien? 

Para mejorar la comunicación y para que tengáis una imagen más clara de lo que hacen vuestros hijos, podéis preguntar de forma más concreta: ¿Qué habéis hecho hoy en el horario de expresión corporal?,  ¿qué os ha contado hoy el monitor?, ¿a qué hora habéis ido a hacer deporte? De esta manera les facilitamos las respuestas.

El juego como instrumento de aprendizaje es clave en los campus de verano

En nuestras propuestas de campus de verano el juego es un aliado de aprendizaje.  

No es una dinámica organizada para llenar el tiempo sin más. Se trata de una serie de actividades con unos objetivos concretos:

• Disfrutar de unas jornadas vacacionales de manera lúdica y educativa

• Favorecer la cohesión del grupo con un objetivo común

• Fomentar los valores de trabajo en equipo, compañerismo y de juego

limpio.

• Reforzar la educación en valores como la solidaridad, el respeto (a los compañeros, a los materiales, a las instalaciones, a los monitores…), la coeducación, el medio ambiente, etc.

• Fortalecer y mejorar la calidad de la enseñanza de la lengua inglesa y de la competencia comunicativa en los estudiantes.

Esta estructura es la que llevaremos a cabo el próximo verano para los ayuntamientos de Gelves y Tomares en Sevilla (¡Aún hay plazas disponibles!)

Seguro que todos preferimos veranos largos, durmiendo hasta tarde, jugando en la calle con los amigos… Pero, insistimos, si no puede ser, al menos elijamos bien.