NOSOTRAS PARAMOS
Tras el éxito del año pasado de las movilizaciones feministas, el próximo día 8 volvemos a salir a las calles, ¿por qué? (Fuente: www.eldiario.es)
- Las cifras de paro y empleo son peores para las mujeres que para los hombres.
- El trabajo a tiempo parcial está feminizado (casi el 75%).
- La brecha salarial entre mujeres y hombres es transversal: afecta, aunque en distinta envergadura, a mujeres de todos los niveles formativos, edades y ocupaciones. De media, una mujer cobra un 13% menos que un hombre por cada hora de trabajo.
- De esta brecha salarial encontramos brechas en las pensiones. Las mujeres solo representan el 36,1% de las personas jubiladas con derecho a prestación y su pensión media es de 768 euros al mes frente a los 1.220 euros de los hombres.
- El trabajo de cuidados no remunerado sigue mayoritariamente en manos de mujeres. Los hombres dedican de media 14 horas semanales a estas tareas frente a las 27 horas que emplean las mujeres. Detrás de este dato se esconde la doble jornada que arrastran las mujeres, la discriminación en el empleo o la imposibilidad de que exista conciliación, no solo para las mujeres.
- La representación política de las mujeres aún no llega al 50% en muchos parlamentos. El Gobierno central, de hecho, está lejos de la paridad: solo 5 de sus 14 miembros son mujeres. En el Congreso, las mujeres rozan el 40% de los escaños.
- Más allá de los gobiernos, la representación de las mujeres en instituciones y puestos de poder y responsabilidad está lejos del equilibrio. Las mujeres son más de la mitad de las personas tituladas en nuestro país, pero apenas tienen presencia en los altos cargos de la administración o en los consejos de administración de las cotizadas en el Ibex 35, y son minoría entre los catedráticos y los profesores de investigación de organismos como el CSIC. Es lo que denominamos “techo de cristal”.
- La violencia que sufren las mujeres por el hecho de serlo no cesa. Desde el año 2002, más de 900 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Según datos de Eurostat, en 2015 se produjeron en España 9.000 agresiones sexuales.
Podríamos seguir enumerando muchas razones y según en que lugar del planeta sería incluso peor.
Ante este panorama y esta injusticia social, nos sorprende que responsables políticos, periodistas y otros profesionales con repercusión mediática pongan en duda la importancia de la lucha por la igualdad.
Parece que el término feminismo les asusta, probablemente es por desconocimiento e ignorancia, ya sabemos que la ignorancia es muy atrevida, pero… ¿podemos aspirar a gobernar un país sin saber qué es el movimiento feminista? Vayamos a la RAE.
feminismo
Del fr. féminisme, y este del lat. femĭna ‘mujer’ y el fr. -isme ‘-ismo’.
- m. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.
- m. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo.
Pues no parece que el feminismo signifique una doctrina que busca que las mujeres dominen a los hombres, ¿verdad? NI un movimiento que propague generalizaciones vulgares como que todos los hombres son maltratadores.
Y no, feminismo no es antónimo de machismo. Por lo tanto, desde un punto de vista lógico no se puede decir no soy ni machista ni feminista.
A todos luces, en pleno siglo XXI entendemos que nadie se opondría a decir que está a favor de la igualdad entre todos los miembros de una sociedad, es decir, entre hombres y mujeres, a favor de una igualdad jurídica, pero también social, económica, cultural… Probablemente, a todos estos y estas que se ponen de color verde cuándo se les pregunta si son feministas, renegando como si fuera el diablo, si les preguntáramos si están a favor de que hombres y mujeres cobren lo mismo, dirían que sí; si les preguntamos si están a favor de que sus hijas se sientan igual de seguras al caminar por la calle que sus hijos dirían que sí; si les preguntamos si están de acuerdo en que sus hijas no sean discriminadas por ser mujeres y sus hijos por ser hombres, dirían que sí; sin embargo si les preguntas si son feministas entran en pánico. Pues lo lamentamos mucho, pero si están de acuerdo con todo eso: son feministas, porque eso es lo que defiende el feminismo.
Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Qué no se sienten cómodos con el término? Igual va siendo hora de que lean y se informen un poco más.
Vayamos con dos ejemplos que hemos leído en los últimos días y que son muy representativos.
La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, decía en una entrevista a Pepa Bueno, sin sonrojarse, que el movimiento feminista afirma que todos los hombres son unos maltratadores. La periodista, perpleja ante esta afirmación, le pregunta por la fuente y… sorpresa, ¡no hay fuente! “Lo dicen por ahí…” Bueno, pues una persona que se postula para gobernar un parlamento autonómico igual debería no propagar bulos, porque no parece muy serio.
También nos sorprendía, y no gratamente, esta declaración de Pablo Casado: (https://www.eldiario.es/politica/Casado_0_874212624.html) “Casado, sobre el feminismo: «Tengo una hija y me parecería cínico hacer un discurso de mi hija contra mi hijo»”. ¿Quién le ha pedido a este señor que haga un discurso de su hija contra su hijo? Tampoco ha entendido nada. Cuando su hija vaya a un banco y se abra una cuenta (igual que lo haga su hijo) lo podrá hacer porque el movimiento feminista luchó para que las mujeres fueran independientes y no dependieran de un padre o un marido, al igual que su hijo; cuando su hija quiera viajar sola (igual que su hijo), lo hará gracias al movimiento feminista; cuando su hija quiera estudiar cualquier carrera universitaria y poder recibir la misma educación que un hombre (y no aprender “sus labores”), igual que su hijo, lo hará por el movimiento feminista; cuando su hija pueda compatibilizar su vida familiar y laboral, al igual que su hijo, lo hará por el movimiento feminista; podríamos seguir así durante páginas y páginas… pero seguro que ya habéis captado la idea. Lo que el movimiento feminista quiere, señor Casado, es que su hija tenga los mismos derechos que su hijo, tan sencillo como eso. Si su teoría sobre la maldad del movimiento feminismo y su intención de un mundo en el que los hombres no tienen derechos fuera cierta, no se habría luchado para que las mujeres pudieran votar, se habría luchado para que las mujeres pudieran votar y los hombres no; no se habría luchado para que las mujeres tuvieron los mismos sueldos , se habría luchado para que las mujeres lo tuvieran superiores; no se habría luchado para que su hija compartiera la crianza de sus hijos, se habría hecho para que se desentendiera y recayera al cien por cien en su pareja masculina… ¿A que nada de esto es así? Podemos decirlo de muchas maneras, pero es mucho más simple: FEMINISMO ES IGUALDAD.
Por todo esto, sigue siendo necesario trabajar por un mundo igualitario, un mundo más justo por las mujeres en todo el planeta, por la mitad de la población del planeta que no puede disfrutar de los mismos derechos y privilegios.
El próximo viernes 8 de marzo, las mujeres y hombres de ORIENS pararemos y saldremos a las calles, porque el feminismo es cosa de mujeres y hombres que luchan por la igualdad.