Bullying o acoso escolar
Actuar contra el bullying: ¿Medidas de intervención o medidas de prevención contra el bullying o el acoso escolar?
Desde hace unos años el término inglés “bullying” nos invade en medios de comunicación, redes sociales, etc. Término que hace referencia al acoso entre iguales, menores de edad y normalmente en el ámbito educativo, si bien ha traspasado los muros tradicionales de la escuela, para instalarse en los nuevos entornos de comunicación y en las redes sociales.
http://www.ciberbullying.com/cyberbullying/2017/01/18/aumentan-los-casos-de-ciberbullying-en-espana-segun-informe-net-children-go-mobile/
Podemos encontrar artículos y opiniones sobre la facilidad con la que actúan los acosadores en las redes sociales, culpando a los medios del mensaje. Tampoco es extraño que encontremos reflexiones sobre el bullying o acoso escolar y su conexión con la “falta de autoridad” de los profesores. Como ocurre con otros temas, por ejemplo la violencia doméstica y machista, se mezclan muchos conceptos y se confunden términos y eso lleva a la desinformación y la falta de rigor en las manifestaciones.
¿Es el bullying o el acoso escolar un fenómeno nuevo? Evidentemente no lo es, la relación desde la violencia no es un fenómeno nuevo, aunque sí tiene más impacto social por el interés de los medios de comunicación en denunciarlo.
¿Son responsables las redes sociales del incremento de casos de acoso? No podemos “culpar” a las redes sociales, ya que son un vehículo más, aunque debemos reconocer que permiten en cierto modo un aparente anonimato que puede proteger a los agresores.
¿Los nuevos valores sociales y morales y la supuesta falta de autoridad de los profesores alientan estas conductas? No. Identificar miedo con respeto es un gran error. El respeto es un valor absoluto bidireccional, pero el respeto no se consigue a través del miedo y en una relación jerárquica, lo que no significa que no existan límites y normas.
Desde ORIENS https://orienseducacion.com/ queremos apostar por la prevención y la educación, sin olvidar la intervención cuando sea necesario, pero el foco debe estar siempre en el origen y no en las consecuencias.
Últimamente han proliferado muchas iniciativas relacionadas con las nuevas tecnologías http://www.elmundo.es/sociedad/2017/07/19/596e1e3ae5fdea81048b4692.html así como grandes campañas de comunicación que ponen el acento en los “cómplices”, en los testigos silenciosos que sirven de escudo a los acosadores https://www.sebuscanvalientes.com/ y programas de televisión que quieren servir de micrófono para denunciar casos de acoso http://www.cuatro.com/proyectobullying/ utilizando rostros famosos que cuentan en primera persona su propia experiencia.
¿Nos parece mal? No. Pero no creemos que estas medidas sean preventivas, son medidas de intervención para situaciones en las que el daño ya está hecho. Echamos en falta medidas reales y realistas contra el acoso escolar. Medidas globales que actúen en el foco y en el origen, que suele encontrarse en la propia familia y en el entorno más inmediato de los acosadores. ¿De qué sirven las charlas informativas en los colegios e institutos si después el mensaje que llega desde casa es “si ese niño te ha pegado, le pegas tú más fuerte”? ¿De qué sirve si en casa aprendemos a relacionarnos desde la violencia? ¿De qué sirven los talleres, actividades… si los padres se enfrentan a los maestros y profesores delante de sus hijos porque ha habido un castigo o una reprimenda? ¿De qué sirve que trabajemos desde el deporte para involucrar valores de respeto y tolerancia si el domingo cuando las familias vengan se van a pegar entre ellas en las gradas https://elpais.com/elpais/2017/04/10/videos/1491818021_007800.html o van a agredir al árbitro? http://www.eldiario.es/madrid/agresion-futbol-benjamines-madrid_0_608239340.html. En cuestión de segundos, todo el trabajo y esfuerzo se desvanece.
Desde ORIENS apostamos por un trabajo global que implique a las familias, no se puede trabajar excluyendo a las familias y centros escolares. La prevención viene desde el inicio de la socialización de los menores y trabajando desde el ámbito de la educación no formal e informal, integrando a todos los actores presentes en la vida de los niños y niñas.