Acoso Escolar
Los que seguís nuestro blog, seguro que recordaréis que, desgraciadamente, ya hemos tratado este tema anteriormente. Os explicábamos nuestra experiencia como empresa adjudicataria para realizar el servicio del programa Prevención de Conductas Intolerantes del Ayuntamiento de Sevilla. Este curso 2019-20 volveremos a realizar este programa, para ello hemos preparado nuevas sesiones y contenidos, con el objetivo de conseguir el mayor impacto posible.
Hoy volvemos a hablaros de este tema, porque al inicio de cada curso, la dura realidad nos golpea y volvemos a encontrarnos con casos muy graves de acoso escolar. Recientemente sabíamos de noticias de este tipo:
- Una madre furiosa se enfrenta al presunto acosador de su hijo
- Los padres de una niña llevan a la Comunidad a juicio por no abrir un protocolo de acoso
- Detenidas dos menores tras una agresión a una excompañera publicada en redes
Se trata, sin duda, de unos de los temas más duros sobre los que trabajamos, ya que hablamos de situaciones y casos con consecuencias muy graves. Cómo siempre, nos planteamos que lo que vemos en las aulas y en los patios es un reflejo de lo que hay “fuera”. Por este motivo, ¿es suficiente el trabajo con los niños y jóvenes? Tenemos nuestras dudas… En este programa del que os hemos hablado, se incluyen tres destinatarios: escolares, profesorado y agentes educativos y familias. El curso pasado, ofrecimos insistentemente la posibilidad de hacer las sesiones con los profesores y las AMAS y prácticamente no participaron, tan solo algunos casos que podríamos considerar anecdóticos. Esto nos hace pensar hasta qué punto estamos concienciados con el tema. ¿De verdad creemos que por hacer unos talleres puntuales con los jóvenes ya estamos solucionando el problema? El acoso es el reflejo de nuestra sociedad y la falta de empatía hacia el otro. Deberíamos pararnos a pensar qué ejemplo les estamos dando, cuáles son los modelos que les ofrecemos, de qué manera nos posicionamos y actuamos, porque a veces parece más fácil mirar hacia otro lado. Sería interesante replantearse nuevas estrategias que nos permitan trabajar con las familias, pero no solo con las que se muestran interesadas, sino con aquellas que precisamente no suelen involucrarse, tenemos que buscar el modo de “engancharlas”, de acercarnos a ellas para trabajar y, de manera especial, con los agentes educativos, para poder ofrecerles herramientas y estrategias para gestionar conflictos, para gestionar la diversidad de sus alumnos y ser más empáticos con aquellos que lo están pasando mal.
Os dejamos aquí una muestra de nuestro trabajo, para que podáis conocer más cómo realizamos nuestro taller Para, piensa, actúa. Todos somos responsables ante este tema, porque todos, en mayor o menor grado, somos agentes educativos de los niños y jóvenes que nos rodean.