Esta semana, una vez más, hablamos de la violencia en el fútbol. Esta noticia del pasado fin de semana nos sacudía y nos avergonzaba: “Un grupo de aficionados del Xerez CD agrede a dos jugadores del Écija”  (https://www.diariodejerez.es/xerezcd/Aficionados-Xerez-CD-agreden-jugadores-Ecija_0_1330667328.html).

No es la primera vez que en este blog tratamos este tema (https://orienseducacion.com/derechos-humanos/pelea-de-gallos/) pero leer estas noticias nos sigue sorprendiendo. No podemos permitir que estas escenas protagonicen los encuentros deportivos, esos espacios en los que se supone que priman valores como el compañerismo, el trabajo en equipo, la superación… Reiteramos  nuestra idea de que el trabajo que realizamos queda totalmente anulado cuando el domingo por la mañana un padre lleva a sus hijos a ver un partido de fútbol, y termina como el del pasado fin de semana, con  todos esos padres saltando al campo para agredir físicamente a los jugadores del equipo contrario.

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Todo esto nos conduce de a la idea de que nuestro trabajo, el trabajo desde la educación no formal, pasa por las familias. Las familias son el eje fundamental, por lo tanto, debemos trabajar con las familias si queremos que nuestro impacto sea mayor. Como siempre decimos, la educación es un trabajo en equipo, en los que intervienen varios agentes: la familia, el profesorado, el entorno y, la sociedad en general, todos tenemos un papel que jugar para crear una sociedad mejor y dar ejemplo a nuestros niños y niñas.