En los últimos años se ha extendido mucho el término “emprender”. Desde instituciones y organismos públicos se anima a los jóvenes a “emprender”, entendiéndose como “búscate la vida que todo el mundo no puede ser funcionario” 

Pero ¿qué ocurre cuando un proyecto de emprendimiento fracasa? ¿Qué posibilidades ofrecemos a esos jóvenes? También nos preguntamos, ¿emprender a cualquier coste? ¿Cabe un emprendimiento con conciencia? 

Desde ORIENS desarrollamos un programa de acompañamiento para el emprendimiento, pero entendido desde un punto de vista muy particular. En primer lugar, creemos que la cultura emprendedora debe ir ligada al movimiento asociativo juvenil. El asociacionismo juvenil, entendido como la participación de los jóvenes menores de 30 años no sólo en asociaciones juveniles, que están gestionadas y dirigidas por y para ellos, sino dando cabida también a la pertenencia y participación de la juventud en cualquier otro tipo de asociación. 

Se trata de enseñar a participar en la vida social y política de manera activa, enseñar que un sistema democrático no significa ir a votar cada cuatro años.  

En nuestro programa tenemos un objetivo principal, que es reflexionar en torno a las posibilidades de futuro que tenemos en nuestro entorno, así como determinar las posibles causas por las que la gente joven “pasa” de los temas políticos y sociales. A partir de aquí, nos planteamos un segundo objetivo: acercarles la cultura emprendedora desde su propio territorio. Pero, además, queremos potenciar esa cultura emprendedora desde el ámbito social, no se trata solo de emprender sino de crear un impacto social y positivo en nuestro entorno, que mejora la vida de la gente.  

En este mundo globalizado y muy “guiado” por los grandes medios de comunicación, no siempre es fácil salir del pensamiento establecido, por eso proponemos una jornada que no solo nos ayude a diagnosticar necesidades y proponer soluciones, sino que nos ayude a fomentar la capacidad de reflexión y de crítica constructiva. Para ello, partimos de una serie de problemas generales que afectan a la sociedad y a la juventud y proponemos a los chicos y chicas que reflexionen en torno a ello para construir sus proyectos, para debatir y para proponer alternativas. Por otro lado, vamos a tener en cuenta la importancia de unirse para colaborar, asociarse y crear grupos de trabajo, ya que nuestras acciones serán más efectivas y el trabajo más útil si trabajamos en equipo, pero para ello, también tenemos que aprender a trabajar juntos, a escuchar activamente, a ser creativos y saber cooperar.  

Por otro lado, debemos tener siempre en mente el impacto social de nuestro proyecto y transmitir este concepto a los jóvenes es de vital importancia para que sus propuestas sean interesantes y favorezcan a la comunidad y no se conviertan en meros eventos, fiestas, etc. con escaso impacto para su entorno. 

Tenemos muy presente fomentar entre los jóvenes la capacidad de reflexión y mejora de su entorno. No queremos solamente que aprendan a realizar un proyecto de intervención en el municipio porque hemos detectado una necesidad, sino queremos contribuir a mejorarlo, queremos que los jóvenes sientan que pueden cambiar la sociedad, que con pequeñas acciones a nivel local podemos mejorar el mundo que nos rodea, seguimos la máxima: “piensa globalmente, actúa localmente”.